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¿Cuáles serán los grupos de riesgo prioritario para recibir la vacuna contra el Covid-19?

Expectativas ha generado en el mundo el anuncio de vacunas con resultados prometedores para frenar el Covid-19. El trabajo que Pfizer, Moderna y AstraZeneca han desarrollado ha presentado avances significativos, según las compañías, y están a la espera de ser aprobadas por los organismos pertinentes para comenzar con su distribución en el mundo.

Con este auspicioso escenario, las autoridades sanitarias y especialistas deben comenzar a organizar cómo será distribuida la vacuna en cuanto llegue al país y cuáles serán los grupos prioritarios que accederán a ella.

Inmediatamente se piensa en el personal de salud, quienes están más expuestos al contagio por la naturaleza de su quehacer. A ellos se suman como posibles grupos prioritarios adultos mayores, niños en edad temprana y enfermos crónicos. Sin embargo, existe un grupo de pacientes que, según especialistas, debieran estar en la lista por su condición crítica: la obesidad.

En Chile cerca del 74% de la población adulta sufre de obesidad, según datos de la OCDE, mientras que el mapa nutricional de Junaeb, muestra que el 52% de niños y jóvenes en etapa escolar sufren de esta enfermedad.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha definido la obesidad como una enfermedad crónica. Durante la pandemia, estudios recientes evidencian que esta condición se ve agravada al estar el individuo contagiado con Covid-19. Mauricio Gabirelli, cirujano digestivo del Centro de Tratamientos de la Obesidad UC CHRISTUS y académico de la Escuela de Medicina UC, declaró al Diario La Tercera que “los pacientes obesos, aquellos que tienen un índice de masa corporal (IMC) mayor a 30, son los que tienen mayor riesgo de estar en una unidad cuidados intensivos, de ventilación mecánica, y además de morir dentro del hospital”.

Esto ocurre porque la respuesta inmune del organismo se desregula con la obesidad producto de la inflamación crónica que se produce en el cuerpo. A esta condición se le suma la disfunción metabólica y las comorbilidades asociadas, las que se complican con el Covid-19.

Además, la inflamación sistémica contribuye a la tormenta de citocinas, promoviendo la fibrosis pulmonar y causando insuficiencia respiratoria, una condición que se agrava con la infección por SARS-CoV-2. El especialista de la UC destacó que “todo es un estado de inflamación crónica que afecta el sistema cardiovascular, el sistema ventilatorio, y eso hace que el paciente tenga un peor pronóstico y sea más difícil recuperarlo, y además del punto de vista de salud es más difícil el manejo del paciente obeso, porque necesitan camas especiales, etc”.

Vivian Luchsinger investigadora del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, declaró al mismo medio que la obesidad se asocia con otras enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión, lo que se traduce en un conjunto de enfermedades susceptibles al Covid-19.

Mauricio Gabirelli, asegura que el 48% de los pacientes obesos cumplen con la condición de tener o desarrollar enfermedades crónicas como diabetes e hipertensión, por lo que “resulta evidente que es una población prioritaria para evitar el colapso de nuestro sistema de salud”.

El tratamiento de la obesidad requiere de un cambio de hábito que incluye una dieta alimentaria balanceada y la incorporación de actividad física diaria. Esta condición, según Luchisinger, puede ser “un factor de riesgo no solo para covid-19, sino también para nuevos virus, requiere de una atención importante para prevenirla”.

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