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OPS y el Covid-19: Todavía estamos lejos de que la pandemia se vuelva endemia

Durante la sesión informativa semanal que realiza la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el director del Departamento de Emergencias Sanitarias del organismo, Dr. Ciro Ugarte, señaló que «todavía estamos lejos de que COVID-19 pueda ser definida como enfermedad endémica».

Estas declaraciones se registran ocho meses después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara la pandemia el 11 de marzo.

Para cambiar a ese estatus, afirmó Ugarte, «lo primero que debe ocurrir es que termine la pandemia, y se están elaborando criterios técnicos internamente para definir ese momento. Sin embargo, la declaración de terminación de COVID-19 no es algo inminente debido a la intensidad de la transmisión: en este momento tenemos más de 50 millones de casos confirmados de COVID-19”.

Considerando que en el mundo hay 7 mil millones de personas, “todavía estamos lejos de agotar la población de susceptibles», comentó el directivo.

La OMS considera enfermedad endémica a aquella que está presente en una comunidad. «El nivel basal o endémico de una enfermedad no necesariamente es el nivel deseado, que sería cero casos, sino más bien es el nivel observado, el número esperado de casos en determinado periodo», precisó.

En un artículo publicado en Science el pasado 15 de octubre, Jeffrey Shaman, Ph. D., y Marta Galanti, Ph. D., investigadores de la Columbia University’s Mailman School of Public Health, en Nueva York, Estados Unidos, exploraron los factores que podrían determinar que el virus de COVID-19 se transformara en endémico.

Por ejemplo, si la inmunidad (a través de la infección o por vacunas) disminuyera dentro de un año, como ocurre con los betacoronavirus endémicos, podrían ocurrir brotes anuales en invierno, cuando la enfermedad parece ser más transmisible.

Por el contrario, si la inmunidad persistiera (incluyendo el aporte de la protección cruzada por la exposición a otros coronavirus endémicos), la enfermedad podría «desaparecer» durante algunos años hasta su resurgimiento.

«Si la reinfección probara ser habitual, y salvo que una vacuna altamente efectiva fuera distribuida a la mayor parte de la población mundial, SARS-CoV-2 probablemente se establezca en un patrón de endemicidad», escribieron los autores, aclarando que resta entender cuán frecuentes serán las reinfecciones, cuán contagiosos serían los individuos reinfectados, y cómo afectarían las infecciones subsecuentes el riesgo de desenlaces clínicos severos.

«Cada enfermedad es diferente y los criterios para caracterizar una endemia son diversos. En el caso de virus respiratorios es más por exclusión: si deja de ser pandemia podría ser definida como endémica. Pero definir su comportamiento epidemiológico natural puede derivar en discusiones académicas: por ejemplo, si es una enfermedad endémica o endemoepidémica (habitual todo el año, pero que puede tener brotes epidémicos). Es un proceso largo», subrayó.

 

 

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